martes, 25 de septiembre de 2007

UNA LABOR FUNDAMENTAL DEL DOCENTE…

En una nueva clase de didáctica de la estadística desarrollamos un taller, el cual consistía en resolver y analizar los ejercicios de una guía, la cual correspondía a problemas de estadística y probabilidad de los diferentes niveles de enseñanza.
Este análisis no fue tan simple, puesto que a cada ejercicio había que realizarle modificaciones tanto en el enunciado como en el problema, también clasificarlo según algunas escalas (fácil, intermedio y difícil), por supuesto todas relacionadas con la acción docente. Otro ítem de esta guía consistió en revisar textos de estudio de los diferentes niveles de la educación media, para buscar ejercicios que contenían temas que no estaban incluidos en los ejercicios del taller, considero esto muy importante, porque nosotros como docentes, trabajaremos con este material durante toda nuestra vida laboral, revisando constantemente sus avances, actualizaciones, las mejoras de sus contenidos, entre otros. Estos libros son la base de cada clase, puesto que contienen todos los contenidos incluidos en los programas educacionales que exige el gobierno.
Ya les contaba que el análisis fue de desde varios puntos de vista, ponernos en el lugar de docentes y estudiantes. Los estudiantes ven, analizan los ejercicios, problemas y los resuelven de la manera más sencilla que encuentran, empleando los conocimientos previos que poseen. Pero para un profesor no es tan simple, puesto que debe fijarse en una infinidad de detalles los que a veces no están tan a la vista, estos detalles los encontramos en el fondo del problema, la dificultad de este y por supuesto en el enunciado. Este es un punto que me llama realmente la atención, la importancia del enunciado en un problema o ejercicio. Este es capaz de complicar o simplificar un ejercicio, alguno de los factores pueden ser; la redacción, la extensión, el uso de palabras poco conocidas, la cantidad de distractores que posea, etc... Si el enunciado es claro, preciso, la resolución de un problema se puede simplificar enormemente, pero si el enunciado es confuso, engorroso de leer, poco claro y con más de un distractor, esto puede hacer que el estudiante se confunda, que no entienda en problema (siendo este de contenidos que conozca) o que le lleve más tiempo poder resolverlo.
También es de gran importancia que el docente sepa elegir adecuadamente los problemas y ejercicios que les entregará a sus estudiantes, puesto que estos deben estar acorde a sus necesidades y también es fundamental que tengan la base en los conocimientos previos que tenga el alumno, para que así ellos sean capases de familiarizarse con los ejercicios y no se predispongan a ellos. Estos problemas tienen que tener ciertas características, deben ser de análisis, reflexión, interpretación, aplicación y mejor aun si son de situaciones de la vida cotidiana para que así el aprendiz construya sus conocimientos con experiencias que realmente le van a ser útil en el futuro, es decir, crear competencias,
no solo ejercicios que el alumno resuelva mecánicamente, porque el estudiante se acostumbra y nuestra intensión como docentes es hacer de nuestros estudiantes seres reflexivos y con gran capacidad de análisis. Este es un gran desafió para los profesores ser capaz de que estos aprendices interioricen los contenidos pero como herramientas que utilizaran en su vida profesional y personal, es decir, ayudar en gran parte en la formación de los estudiantes.






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